martes, mayo 29, 2007

Se viene, se viene...

Antes que nada quisiera agradecer a los que ya han enviado sus regalos para el Templo, los cuales serán publicados a partir del primero de Junio. Pitoti2, Peturra, Don Kace y el Profe ya enviaron sus saludos y sus imágenes a este humilde espacio y yo tuve el placer de recibir fotos en primera persona así como también arte propio y arte debidamente buscado y encontrado, todo de muy alta calidad, como ustedes podrán ver en pocos días.
Quienes todavía no lo hicieron saben que todavía tienen tiempo para hacerlo y darme una alegría más de las que ya me vienen dando desde hace un año (bueno, casi un año, faltan dos días) y hacerme sonreír nuevamente, una vez más.
En esta ocasión, para predicar con el ejemplo, voy a publicar mis imagenes con su respectivos comentarios.
En primer lugar vemos a la Gladys.


Ella era una hermosa centaurita que supe conocer en mis tiempos mozos, con quien tuve el placer de desarrollar una deliciosa amistad que luego terminó convirtiéndose en una magnífica relación sentimental. Ella era dulce, simpática, inteligente y su belleza queda demostrada mucho más allá de las palabras.
Fue una gran pena que mi inmortalidad me permitiera continuar viviendo para ver cómo su mortalidad se ponía de manifiesto.
En segundo lugar observamos a la Pocha.



Esta centaura fue alumna mía y rápidamente mostró cualidades fantásticas para el ejercicio físico y grandes aptitudes para el combate, el inconveniente fue que se aficionó demasiado a las batallas y todo el tiempo estaba peleándose con alguien. Así, esta imagen recoge su espíritu guerrero. Con ella también hubo una relación sentimental, pero terminó cuando nuestra diferencia con respecto a las constantes batallas desgastaron el vínculo. No supe más de ella, lo último que le dije fue. “No me parece conveniente que te enfrentes a 300.000 soldados enemigos con solo un escudo y un cuchillo”, pero no me escuchó y fue a combatir. ¿Qué habrá sido de ella?

jueves, mayo 17, 2007

Preparando el cumple.

Sean todos nuevamente bienvenidos al Templo, queridos mortales (bah, algunos de ustedes) esta vez no nos reunimos con motivo de algún relato mitológico, sino que quería informarles que estoy haciendo los preparativos para el cumple del Templo de los Dioses, el cual será el viernes 01 de Junio del 2007.
Obviamente voy a exigir que todos hagan un regalo al Templo que tan bondadosamente les abrió sus puertas (¡A full con la propaganda!), pero no soy tan gil como para dejar que cualquiera decida qué van a regalar porque nunca falta el desubicado que regala un par de medias que, aparte de ser el regalo más inútil que conozco no me sirve de nada porque esa parte de mi anatomía es equina y jamás vi un caballo con medias.
No, señores y señoritas, no, acá no. No solo exijo que hagan un regalo sino que también les impongo el regalo que harán. Cada uno de ustedes deberá regalar una imagen, puede ser una foto, un dibujo o lo que sea, sacado de Internet o de donde ustedes prefieran, con algún comentario de su parte o no… en fin, queda en ustedes elegir qué y cómo.
Las imágenes deberán ser enviadas a
hsbatenea@hotmail.com y luego serán publicadas en el blog.
Tengan mucho cuidado aquellos que no le hagan un regalito de este tipo al Templo, conocemos mucha gente, seres, bichos, mostros y demás calañas que pueden responder a nuestro pedido de toma de represalias y les harán pasar momentos muy desagradables.
Yo que ustedes lo pensaría muy bien antes de negarme a obedecer a los dioses ya que, como dije antes: ¡¡¡CON LOS DIOSES NO SE JODE!!!

miércoles, mayo 09, 2007

Zeus y Hera.

Llegamos al tercer capítulo de este relato, en el que contaremos lo que ocurrió con Cronos y Rea y sus sucesores.
Cronos comenzó a temer que un hijo suyo fuera a destronarlo, por lo que cada vez que Rea daba a luz, Cronos se devoraba a la pequeña criatura. Obviamente, esto no satisfizo a Rea, pero no hubo nada que ella pudiera hacer o decir para que su esposo y hermano cambiara de opinión. Fue así como los pobres Poseidón, Hades, Hera, Hestia y Deméter fueron naciendo y siendo deglutidos por su padre.
Pero fue el turno del sexto embarazo de Rea y ella estaba dispuesta a evitar que Cronos devorara también a este hijo, por lo que diseñó un engaño.
Cuando Rea dio a luz a su sexto hijo no lo entregó a su marido, sino que lo escondió y en su lugar dio una piedra envuelta en pañales a Cronos, quien se tragó el bulto de un solo bocado y jamás se enteró de lo que realmente había ocurrido.
Zeus fue entregado en secreto por su madre a Amaltea, quien lo educó y alimentó hasta que fue grande. Con el tiempo, Zeus consiguió un brebaje con el cual sería capaz de liberar a sus hermanos y fue así que se acercó a Cronos y logró que su padre bebiera de aquella pócima. El resultado fue inmediato, Cronos comenzó a sentir algo muy extraño en su interior y uno a uno fue vomitando a los hijos que se había devorado años antes; Deméter, Poseidón, Hera, Hades y Hestia aparecieron frente a Cronos y Zeus se unió a ellos.
Era claro que una batalla entre ambos bandos era inevitable.
Cronos y sus hermanos los titanes tuvieron una terrible guerra contra los dioses comandados por Zeus, esta lucha se llamó Titanomaquia (lucha de los titanes) y duró diez años, dando por vencedores a Zeus y sus compañeros. Cronos y los demás titanes fueron arrojados al Tártaro, donde quedaron sepultados por montañas arrojadas sobre ellos. Un factor muy importante en la victoria de los dioses fue la ayuda que recibieron de parte de los cíclopes y los hecatonquiros, quienes se alinearon con Zeus y los suyos en contra de quien los había desterrado al Tártaro. Como señal de agradecimiento por haberlos liberado, los cíclopes fabricaron un casco para Hades, con el cual se hacía invisible, el tridente de Poseidón y los rayos que luego usaría Zeus.
Tiempo después, Zeus se casó con Hera y se establecieron como la tercer generación de inmortales. Zeus quedó con el dominio del cielo, Poseidón dominó sobre las aguas y Hades se convirtió en el señor del reino de los muertos.
Sus aventuras y las del resto de los dioses olímpicos son las que poco a poco aparecen en este espacio.