sábado, junio 03, 2006

París y la manzana

A pedido del bomboncito de Azul, pasaré a relatar lo acontecido con París y la manzana de la discordia.
Todo empezó en una partuza que se mandó Zeus a la cual estaban invitados los mortales, los inmortales, los semi mortales y cualquiera que tuviera ganas de enfiestarse a lo grande, era bruta orgía.
Zeus estaba tan dado vuelta que se estaba chamullando a una estatua sin darse cuenta, él le mostraba su poder y su autoridad y creía que la señorita en cuestión estaba tan impresionada que no podía hablar. En eso aparecieron Hera, su esposa, Atenea y Afrodita, quienes querían ponerlo como juez para que eligiera a una de ellas.
Zeus, borracho pero no boludo, sabía que era para armar despelote.
“Si llego a elegir a una, las otras dos me van a romper las guindas con los celos por el resto de mi vida. Y yo soy inmortal, así que... No, a mí con esta no me agarran”.
Rápidamente simuló unos dolores estomacales fulminantes y les recomendó un nuevo juez, alguien que, según él, igualaba en inteligencia y prudencia al mismo Ulises. Zeus señaló al primero que vio, París, y luego se transformó en humo (de ahí la frase: “hacerse humo”).
Hera, Atenea y Afrodita se presentaron ante París y comenzaron las negociaciones. Hera, reina del Olimpo, le prometió inmensas riquezas si la elegía; Atenea le aseguró que lo transformaría en un guerrero invencible como premio; pero París fue seducido por Afrodita, quien le prometió en matrimonio a la mujer más hermosa del mundo.
Luego de aquel día, París le rompió la paciencia a toda Grecia hablando de la hermosura con la que se casaría, también a Afrodita le preguntaba cuatro veces por día cuándo sería el gran día, tanto es así que la diosa se enojó.
Consejo: nunca, jamás, pero never in the life denserio hacer enojar a los dioses.
Podrida, Afrodita le entregó el amor de Helena de Esparta y él, pobre ingenuote, se la llevó a Troya. El esposo de Helena, Menelao, rey de Esparta fue con su hermano Agamenón, rey de Micenas y ellos fueron con todos los demás reyes griegos, los cuales aceptaron ir contra Troya en una guerra que dejó la ciudad destruida y a todos sus habitantes muertos.
Luego de esta guerra Afrodita cantaba alegremente: “A ver quién quiere venir ahora a romperme la paciencia”.

9 Comments:

Blogger Azul said...

Juas gracias Sr. Centauro x haber respondido a mi humilde pedido. Le dió nuevos aires a uno de mis relatos favoritos. Le pregunto a usted q hubiese elegido en lugar de Paris? (con fundamentos serios x favor :P )

junio 03, 2006 2:51 p. m.  
Blogger Ailin said...

Sr Centauro, ud es un tipo muy sabihondo, evidentemente, dado que sus ojos han visto tanto despelote. Muy entretenida su lección, digamé ¿ud da clase de esto en algún lado?

junio 03, 2006 8:20 p. m.  
Blogger Azul said...

Sr. centauro desaparece de su templo y nos deja varadas aqui alabandolo! hagase presente!

junio 03, 2006 9:07 p. m.  
Blogger Don Kace said...

Don Centurion?

Paris es un Otario, tendría que haber puesto en el contrato que el pago debiera hacerse en 30 días.

y Afrodita, si tanto le jodia le hubiera pagado en tiempo y forma, y listo.

Helena valia la pena?

junio 05, 2006 9:39 a. m.  
Blogger Centauro said...

Responderé en orden.
1) Azul: ¡Téngame un poco de paciencia! ¿Sabe lo que es competir contra 12 dioses por el uso de una computadora? Los muy amarretes no quieren comprar otra, y yo soy el único que no tiene poderes ni soy inmortal, así que...
Yo hubiese elegido a Atenea, tengo cierta debilidad por esta diosa luego de tantas lecciones que me ha dado, recuerde que es la deidad de la sabiduría.

2) Ailin: le agradezco el elogio y sí, doy clases acá.

3) Kace: Tiene que entender que contra los dioses no hay excusa, no hay tutía, no se jode; lo que ellos dicen ES ASÍ, siempre el equivocado es el otro. Después de todo, ¿con quién se pude quejar el pobre damnificado? Y sí, Helena valía la pena la destrucción de Troya y mucho más.

junio 05, 2006 9:51 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Amado Centauro, le deseo muchas felicitaciones por este nuevo espacio. Me gustó mucho y le prometo visitarlo próximamente
besos y más...

junio 05, 2006 11:07 a. m.  
Blogger Azul said...

jejejeej lo q podemos las féminas....arde Troya y mucho más!

junio 05, 2006 11:10 a. m.  
Blogger Centauro said...

Dafne, Dafne, Dafne...
Creo, mi querido Vengador, que la memoria me falla un poco con ese nombre, pero no se preocupe, solo hay que agarrar la bolsa del mercadito y meterse entre las góndolas del supermercado para encontrar a mis viejos amigos de chusmeríos y en segundos voy a tener más información de la que puedo llegar a procesar en toda mi vida.

junio 06, 2006 9:14 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Sep, que liiindo,¿no? pero (el famoso pero) ¿y la manzana, Don Quirón? ¿donde entra? ¡no! no me diga eso, que mi humanidad no es frutero; ¿donde entra en el relato o explicación? mencionó las "guindas" de la impaciencia pero de manzanas ¡naranjas!...
Parece que el joven Paris debía entregar una a la vencedora ¿verdad? Un saludo.

El Profe.

junio 16, 2006 4:53 p. m.  

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