miércoles, agosto 08, 2007

Cantos VII y VIII

Odiseo había ingresado en la ciudad de los feacios y se dirigía hacia el palacio del rey, allí se topó con Atenea, quien estaba metamorfoseada en una anciana, ella se encargó de guiarlo al palacio mientras le explicaba ciertas cosas. Fue por ella que el héroe descubre que la reina Areta es hija del hermano fallecido del rey y que si ella decidía ayudarlo, la vuelta al hogar estaba asegurada. Luego Atenea lo deja entrar al palacio solo y se va.
Siguiendo los consejos de Nausícaa y Atenea, Odiseo se dirigió directamente a la reina, abrazó sus rodillas y clamó piedad para un errante hombre que buscaba desesperadamente la vuelta a la dulce tierra donde vivía. Todos quedaron mudos ante la presencia y el pedido del forastero, solamente el anciano Equeneo fue capaz de indicar al rey que aquel extraño era digno de ser tratado favorablemente y el rey así hizo. Se preparó un banquete al cual Odiseo fue invitado y luego del mismo la reina Areta comenzó a hacer preguntas a quien solicitaba su ayuda. Odiseo cuenta que fue Zeus quien destruyó su embarcación con su poderoso rayo, luego de lo cual sobrevivió diez días en el mar aferrado a la quilla del mismo antes de llegar a la isla de Ogigia, donde Calipso lo retuvo por espacio de siete años deseando hacerlo inmortal para que se quedara con ella, pero sin éxito; luego, por algún extraño designio lo dejó partir y una tormenta destrozó su balsa y llegó milagrosamente a tierra, donde encontró a Nausícaa y ella lo había enviado al palacio.
Esta imagen muestra a Odiseo rechazando la oferta de Calipso.

Odiseo dice que fue suya la idea de no entrar al palacio junto a la princesa, pero el rey Alcinoo critica a Nausícaa por no haberlo acompañado.
El rey decide ayudar a Odiseo.
Atenea recorre la ciudad inundando las mentes de los feacios con curiosidad por el extraño y todos acuden a saber más de él. En la audiencia, Odiseo luce más extraordinario gracias a Atenea. Alcinoo ordena lanzar al mar un barco nuevo, con cincuenta tripulantes y dos jefes para llevar a Odiseo a Ítaca, mientras tanto un aedo canta una discusión entre Odiseo y Aquiles ante lo cual, el héroe se tapa la cara para que no lo vean llorar. Solamente el rey es capaz de notarlo por su cercanía a Odiseo y detiene al cantante alegando que era el momento propicio para comenzar con las competencias deportivas.
Luego de desarrollar las competiciones invitan a Odiseo, pero él rechaza la oferta y solo cambia de opinión cuando escucha que se burlan de él diciendo que seguramente no es hábil en ninguna. El padre de Telémaco supera ampliamente a todos arrojando el disco y luego los invita a luchar con él para ver quién salía vencedor.


Boceto de Odiseo desafiando a los feacios.
Solo el rey Alcinoo es capaz de frenar el ímpetu del héroe afirmando que la lucha no es aquello donde sobresalen los feacios, sino que nadie puede superarlos en la carrera, la navegación, el canto y el baile. Dicho esto, un aedo comienza a cantar la furia de Hefesto ante la traición de Afrodita con Ares y varios de los mejores bailarines deleitaron a todos los presentes.
Luego de aquella canción, Odiseo pide que narren la historia del caballo de Troya, pero cuando el aedo comienza su canto, Odiseo no puede evitar ser devorado por el dolor de haber perdido tantos amigos en dicha guerra y derrama suave llanto. Nuevamente es Alcinoo el único que lo nota, pero esta vez detiene el canto para preguntar a Odiseo el motivo de sus pesares.
Es aquí donde Odiseo se identifica y comienza a contar todas aquellas cosas que le ocurrieron a él y sus hombres desde que abandonaron el suelo troyano hasta llegar a la isla de Calipso.

5 Comments:

Blogger Pitoti2 said...

Es una lástima que un tipo tan duro y curtido por las guerras y las penurias se me ponga tan flojito de lagrimales, pero muestra que no todo es lo que parece y que hasta los grandes héros e ídolos, al final son humanos como el resto, con los defectos y virtudes.
Lo felicito, nuevamente, por la excelente prosa y el preciso resumen que hace de esa gran obra.

agosto 09, 2007 1:39 p. m.  
Blogger Roberto Peturra said...

Meta gimnasio este odiseo...

agosto 09, 2007 4:41 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Adhiero al comentario de nuestro amigo Pitoti2, ¡un excelente resúmen! sin embargo debo disentir en su apreciación sobre la sensibilidad de nuestro héroe, digo ¿podría alguien no conmoverse hasta las lágrimas considerando las tremendas penurias que pasó y la perspectiva incierta de otras duras situaciones? Un abrazo.

agosto 09, 2007 5:25 p. m.  
Blogger Centauro said...

Coincido con Pitoti2 y el Profe con el hecho de que todos somos humanos y ante tareas y desafíos tan inmensos cualquier espíritu se conmueve, aún los grandes héroes.
Agradezco los elogios.

No era por el gimnasio, Peturra, pero este muchacho había estado diez años combatiendo en Troya y luego estuvo otros diez años luchando contra las mañas de los dioses, así cualquiera saca ese lomo (pero mejor que lo haga él y no yo).

agosto 10, 2007 9:27 a. m.  
Blogger Pitoti2 said...

Ya que estamos, lo invito a pasar por mi blog a festejar su primer año.

Saludos,

agosto 17, 2007 4:03 a. m.  

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