La Odisea. Canto XIV
Odiseo se dirigió inmediatamente a lo del porquerizo como Atenea se lo había indicado, allí se salvó de ser salvajemente atacado por los perros de éste cuando Eumeo los auyentó.
Eumeo,7 el leal porquerizo, recibe a quien consideraba un extraño y le cuenta su sufrir por la ausencia de Odiseo, luego de lo cual invita al anciano a saciar su hambre y sed. Eumeo cuenta los bienes que poseía Odiseo y cómo los galanes los fueron consumiendo con glotonería y vicio, sin rastro de prudencia o respeto. Odiseo lo interroga acerca de las noticias que se recibieron acerca del rey de Ítaca en los últimos años y Eumeo cuenta que muchos fueron viniendo a la isla contando mentiras acerca del desaparecido rey y de la suerte que había corrido y le describe el dolor que sentían su esposa e hijo con cada una de estas esperanzas infundadas.
Odiseo le jura que el rey vendrá ese mismo mes, armado y lleno de furia para tomar venganza contra los pretendientes.
Eumeo,7 el leal porquerizo, recibe a quien consideraba un extraño y le cuenta su sufrir por la ausencia de Odiseo, luego de lo cual invita al anciano a saciar su hambre y sed. Eumeo cuenta los bienes que poseía Odiseo y cómo los galanes los fueron consumiendo con glotonería y vicio, sin rastro de prudencia o respeto. Odiseo lo interroga acerca de las noticias que se recibieron acerca del rey de Ítaca en los últimos años y Eumeo cuenta que muchos fueron viniendo a la isla contando mentiras acerca del desaparecido rey y de la suerte que había corrido y le describe el dolor que sentían su esposa e hijo con cada una de estas esperanzas infundadas.
Odiseo le jura que el rey vendrá ese mismo mes, armado y lleno de furia para tomar venganza contra los pretendientes.
Eumeo le pregunta por su historia y Odiseo inventa algo para complacerlo. Comienza su relato diciendo ser de Creta, haber luchado en Troya luego de lo cual estuvo en Egipto donde fue derrotado y estuvo allí por siete años. Un fenicio se lo llevó a su tierra hasta el fin del año cuando lo llevó con mentiras a Libia, pero Zeus destruyó el barco y él erró en el mar por nueve días hasta llegar a la tierra tesprota, donde el rey Fidón lo acogió. Fidón le habló de Odiseo, dijo haberlo albergado con los tesoros que traía y que ya había partido a Ítaca. Odiseo culmina su historia contando que a él lo llevaron a Ítaca, pero lo hicieron esclavo, afortunadamente los dioses lo liberaron y así llegó a casa de Eumeo.
El porquerizo no le cree y Odiseo dice que si el rey no regresa puede asesinarlo, obviamente Eumeo rechaza la oferta alegando que sería absolutamente imperdonable que alguien albergara a otra persona y luego le quitara la vida.
Luego de estas conversaciones prepararon la cena y el porquerizo ofreció albergue al anciano para pasar la noche, cosa que Odiseo aceptó con gusto.
El porquerizo no le cree y Odiseo dice que si el rey no regresa puede asesinarlo, obviamente Eumeo rechaza la oferta alegando que sería absolutamente imperdonable que alguien albergara a otra persona y luego le quitara la vida.
Luego de estas conversaciones prepararon la cena y el porquerizo ofreció albergue al anciano para pasar la noche, cosa que Odiseo aceptó con gusto.
4 Comments:
¡Esto se pone muy interesante! Pensar que en estas antiguas historias hay más suspenso, drama, acción, etcétera, que en los insufribles culebrones mexicanos, venezolanos y nacionales con que se atragantan muchas "amas de casa deseperadas", saludos Don quirón.
Y... la llegada de Odiseo a Ítaca augura muchas cosas bastante funestas para los galanes/pretendientes.
Gracias por su saludo, Profe.
¡Felices Fiestas Don Quirón y Sra.!
Espero que este especial tiempo le haga recordar otros mejores allá en el Olimpo ¿o sería mejor "olvidar"? Bueno, lo que más feliz le haga y lo tenga más contento...
Parabienes y prosperidad en el cercano 2008.Abrazos.
Felices fiestas para usted también, pero dígalo bajito.
Ustedes no tienen problema, porque le festejan el cumpleaños a un solo dios, pero si se enteran acá en el Olimpo, con lo orgullosos que son, van a querer que todos los años se les haga una fiestita... ¡y son doce!
No, gracias, sigan ustedes con sus fiestas, pero bajito, que no se enteren acá.
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