jueves, agosto 30, 2007

Podio de los dioses.

Sean todos muy bienvenidos a la anteúltima entrega de Perfiles Griegos, la última referida a una figura masculina, se trata de Hermes, mensajero de los dioses.

Nuevamente se había dispuesto todo para realizar la ceremonia, los dioses ocuparon sus asientos y esperaron que ingresaran los jueces y tomaran asiento. La música inundó el salón y sirvió de introducción para todo lo que estaba por suceder.
Yo, como anfitrión, dediqué unas palabras de agradecimiento a todos los presentes y presenté a Hermes, quien apareció entre medio de las altas cortinas.
A continuación mencioné algunos pasajes de la vida del inmortal, entre los cuales figuraba la forma en la que había sido incluido en la lista de moradores del Olimpo, siendo él el duodécimo en ocupar un lugar tan importante y significativo.
Cuando todo estuvo dicho y hecho, fue el turno de los jueces evaluarlo y dictaminar su puntaje.
El primero en hacerlo fue el Profe, quien realizó un pequeño reto al organizador por la tardanza en realizar la presentación del dios. El Profe se manifestó sorprendido alegremente por Hermes y lo calificó con un 8,50 haciendo notar su relación con la palabra “hermético” y tratando de averiguar el significado de su sobrenombre: “Trismegisto”.
Yo acoté unas palabras acerca del significado de hermético y luego se pasó al segundo voto, el de Sir Paul K. Peyronel.
Este juez no dejó de notar las grandes habilidades de Hermes, pero le resta puntos el hecho de haberse vuelto mensajero del Olimpo, un “che pibe” de los dioses y por eso solamente lo calificó con un 6. Luego procedió a sumarse al pedido del Profe por prontas actualizaciones.
Nuevamente el Profe repitió su pregunta acerca de “trismegisto” y fue respondida.
A continuación, Pitoti2 reconoció el valor del evaluado por todos sus viajes, donde debía haber conocido a mucha gente, comerse buenos asados hechos por él mismo y participar de fiestas, lo cual a su juicio le valió un rotundo 10.
Finalmente Facundo le adjudicó un 8 por su vivacidad (vaya a saber uno a qué se refiere) y su inteligencia. Además le gustó el sobrenombre.
Esto arroja un total de 32,5 que dividido entre cuatro jueces da un promedio de 8,13
El podio queda así:

Atenea: 8,20
Hermes: 8,13
Hefesto: 8,12
Apolo: 7,69
Ares: 7,25
Poseidón: 6,67
Deméter: 6,32
Afrodita: 6,29
Hera: 5,80
Zeus: 5,60
Artemisa: 3,90

jueves, agosto 23, 2007

Perfiles griegos. Decimoprimer entrega: Hermes.

Luego de mucho hacerme esperar, este blog vuelve a publicar. En realidad se trató de un ardid publicitario para que las masas invadieran las calles desesperadas clamando por el regreso de la actividad del blog, pero como nadie dijo nada de nada, decidí seguir sin pena ni gloria.
Hoy presentamos a Hermes, el último de los moradores masculinos del Olimpo a ser presentado.
Hermes es hijo de Zeus y Maya, hija a su vez de Atlas. Desde el primer momento de su nacimiento, este dios mostró una gran vivacidad, tanto que pudo soltarse sin ayuda de las vendas que cubrían su cuerpo (según la tradición antigua) y se dedicó a lo que más le gustaba, vagar libremente por todos lados. En esas se encontraba cuando vio un grupo de vacas que estaban siendo cuidadas por su hermano Apolo y no perdió tiempo y procedió a robarlas, dejando un rastro equívoco para engañar a cualquiera que iniciara la búsqueda. Varios hombres siguieron el rastro y llegaron hasta donde escucharon una música que los embriagó, alguien de allí les dijo que la música la hacía un recién nacido y con esa música había hecho dormir a su propia madre en lugar de que ella lo durmiera a él. Apolo, dotado del arte de la adivinación, descubrió a Hermes y lo denunció a Zeus. El joven devolvió todo el ganado excepto dos vacas que había sacrificado a los doce dioses, lo cual produjo la sorpresa de todos porque en el Olimpo solo había once dioses; la simple respuesta de Hermes fue que él mismo era el duodécimo dios y que se había comido su parte porque tenía mucho hambre. Apolo aceptó a su hermano y este pasó a formar parte de los olímpicos a cambio de lo cual entregó su lira a Apolo.
Luego de aquello, Hermes inventó un instrumento musical que también fascinó a Apolo quien le rogó se lo entregara, a cambio de esto Hermes solicitó a su hermano que le enseñara el arte de la adivinación. Apolo no lo hizo, pero le indicó quién podía instruirlo en el tema.
Viendo la astucia del joven, Zeus lo transformó en su heraldo y Hermes pasó a ser el mensajero de los dioses con la misión de mantener libres los caminos y defender el comercio, tanto el que producía ganancias lícitas como ilícitas. Es por esto que también se lo toma como el patrono de los mentirosos y los ladrones. Se lo considera el inventor del alfabeto y el lenguaje, y en antiguos sacrificios en su honor se le ofrecía la lengua de sus víctimas.
Hermes viste un gorro con alas, al igual que sus sandalias, las cuales lo impulsan por el aire para cumplir presto sus encargos.
En la Gigantomaquia, Hermes mató al gigante Hipólito usando el casco de Hades y rescató a Ares cuando había sido apresado en una vasija. También recuperó los tendones de Zeus, que habían sido arrancados por el monstruo Tifón y los devolvió a su papucho.
Hermes tuvo muchos romances tanto con diosas como mortales de ambos sexos, incluso se lo vincula con Afrodita, con quien tuvo un hijo llamado Hermafrodito, tomando los nombres de los padres.En la imagen, lo vemos en una de sus clásicas aventuras, esta vez acompañado ni más ni menos que por Atenea.




miércoles, agosto 08, 2007

Cantos VII y VIII

Odiseo había ingresado en la ciudad de los feacios y se dirigía hacia el palacio del rey, allí se topó con Atenea, quien estaba metamorfoseada en una anciana, ella se encargó de guiarlo al palacio mientras le explicaba ciertas cosas. Fue por ella que el héroe descubre que la reina Areta es hija del hermano fallecido del rey y que si ella decidía ayudarlo, la vuelta al hogar estaba asegurada. Luego Atenea lo deja entrar al palacio solo y se va.
Siguiendo los consejos de Nausícaa y Atenea, Odiseo se dirigió directamente a la reina, abrazó sus rodillas y clamó piedad para un errante hombre que buscaba desesperadamente la vuelta a la dulce tierra donde vivía. Todos quedaron mudos ante la presencia y el pedido del forastero, solamente el anciano Equeneo fue capaz de indicar al rey que aquel extraño era digno de ser tratado favorablemente y el rey así hizo. Se preparó un banquete al cual Odiseo fue invitado y luego del mismo la reina Areta comenzó a hacer preguntas a quien solicitaba su ayuda. Odiseo cuenta que fue Zeus quien destruyó su embarcación con su poderoso rayo, luego de lo cual sobrevivió diez días en el mar aferrado a la quilla del mismo antes de llegar a la isla de Ogigia, donde Calipso lo retuvo por espacio de siete años deseando hacerlo inmortal para que se quedara con ella, pero sin éxito; luego, por algún extraño designio lo dejó partir y una tormenta destrozó su balsa y llegó milagrosamente a tierra, donde encontró a Nausícaa y ella lo había enviado al palacio.
Esta imagen muestra a Odiseo rechazando la oferta de Calipso.

Odiseo dice que fue suya la idea de no entrar al palacio junto a la princesa, pero el rey Alcinoo critica a Nausícaa por no haberlo acompañado.
El rey decide ayudar a Odiseo.
Atenea recorre la ciudad inundando las mentes de los feacios con curiosidad por el extraño y todos acuden a saber más de él. En la audiencia, Odiseo luce más extraordinario gracias a Atenea. Alcinoo ordena lanzar al mar un barco nuevo, con cincuenta tripulantes y dos jefes para llevar a Odiseo a Ítaca, mientras tanto un aedo canta una discusión entre Odiseo y Aquiles ante lo cual, el héroe se tapa la cara para que no lo vean llorar. Solamente el rey es capaz de notarlo por su cercanía a Odiseo y detiene al cantante alegando que era el momento propicio para comenzar con las competencias deportivas.
Luego de desarrollar las competiciones invitan a Odiseo, pero él rechaza la oferta y solo cambia de opinión cuando escucha que se burlan de él diciendo que seguramente no es hábil en ninguna. El padre de Telémaco supera ampliamente a todos arrojando el disco y luego los invita a luchar con él para ver quién salía vencedor.


Boceto de Odiseo desafiando a los feacios.
Solo el rey Alcinoo es capaz de frenar el ímpetu del héroe afirmando que la lucha no es aquello donde sobresalen los feacios, sino que nadie puede superarlos en la carrera, la navegación, el canto y el baile. Dicho esto, un aedo comienza a cantar la furia de Hefesto ante la traición de Afrodita con Ares y varios de los mejores bailarines deleitaron a todos los presentes.
Luego de aquella canción, Odiseo pide que narren la historia del caballo de Troya, pero cuando el aedo comienza su canto, Odiseo no puede evitar ser devorado por el dolor de haber perdido tantos amigos en dicha guerra y derrama suave llanto. Nuevamente es Alcinoo el único que lo nota, pero esta vez detiene el canto para preguntar a Odiseo el motivo de sus pesares.
Es aquí donde Odiseo se identifica y comienza a contar todas aquellas cosas que le ocurrieron a él y sus hombres desde que abandonaron el suelo troyano hasta llegar a la isla de Calipso.

viernes, agosto 03, 2007

Podio de los dioses.

Nuevamente nos reunimos en este recinto para homenajear al anteúltimo miembro de esta familia de deidades habitantes del Olimpo, en esta ocasión se trata de la diosa de la agricultura, la bellísima Deméter.
Toda la ceremonia transcurre de la forma que ya conocemos, sin ningún tipo de traspie (los cuales también ya conocemos) y llegamos a la votación de los jueces.
El primero en emitir su voto es el Profe, quien le otorga un redondo 10 comentando el hecho de que no le parece agradable que los poderosos usen su poder para violentar a una señorita, ante lo cual Poseidón trata de arrojarle su tridente e incrustárselo entre ceja y ceja, pero Zeus le aconseja que desista.
Luego vino Facundo, quien hacía un tiempo que no estaba viniendo, su voto fue un 8 para la diosa.
En tercer lugar, Pitoti2 también le adjudicó un 8 aunque hizo ciertas críticas a la inmortal por huir del Olimpo con cada despelote. También lamentó la suerte de Deméter por haber sido sometida en forma de yegua.
Sir Paul Peyronel también volvió al Templo luego de un tiempo sin visitarnos; él aportó datos que habían sido omitidos y luego estampó un furioso 1 poniéndose del lado de Hades y compadeciéndolo por la suegra que tenía que soportar.
Ares se metió porque quería pelearse contra un alemán que no sé qué le escondió a quien. Zeus y Atenea lo tuvieron que llamar al orden para seguir con todo.
La tercera en volver luego de cierto tiempo fue Lulet, quien volvió a dar un voto con décimas y centésimas, fue un 7,93.
Por último, Don Kace me hizo una protesta porque dice que medicalicé el alma. Su voto fue un 3 para mandar a Deméter a pelear el descenso.
La suma fue hecha y arrojó un total de 37,93 lo que da un promedio de 6,32, dejándola sexta pocas centésimas por encima de Afrodita.
El podio queda así:

Atenea: 8,20
Hefesto: 8,12
Apolo: 7,69
Ares: 7,25
Poseidón: 6,67
Deméter: 6,32
Afrodita: 6,29
Hera: 5,80
Zeus: 5,60
Artemisa: 3,90